Nov 02

San Malaquías de Armagh

2 de noviembre Siglo XII Obispo

En el monasterio de Clairvaux, en la Borgoña, sepultura de san Malaquías, obispo de Down y Connor, en Irlanda, que restauró allí la vida de la Iglesia, y cuando se dirigía a Roma, en dicho monasterio, y en presencia del abad san Bernardo, entregó su espíritu al Señor.
Nombre
Malaquías (Masculino)
Significado
Mensajero del Señor, de origen Hebreo
Celebran
Malaquías
Otros santos
Otros santos con nombre Malaquías
En el mundo
Maelmhaedhoc O’Morgair
Nació
en el actual Irlanda
Falleció
2 de noviembre de 1148 en Armagh, en el actual Irlanda
Proceso
Celebración
2 de noviembre

Vida de San Malaquías de Armagh

San Malaquías de Armagh o de Irlanda —nacido Maelmhaedhoc O’Morgair— (1094, † 2 de noviembre de 1148), arzobispo católico de Armagh (Irlanda), hijo de Lector de Armagh.

Se le recuerda sobre todo por dos juegos de profecías que le fueron reveladas al término de una peregrinación hacia Roma en el verano de 1140. Su festividad se celebra el 2 de noviembre.

San Celso le ordenó sacerdote en 1119, y en 1123 le nombraron abad de Bangor. Un año después adquirió la dignidad de obispo de Bangor y, en 1124, de primado de Armagh. En 1127 se convertiría en confesor del príncipe Cormac MacCarthy de Desmond, y tras el saqueo de Connor establecería allí una comunidad monástica bajo la tutela de Cormac, ahora rey. Tras la muerte de san Celso, sería nombrado arzobispo de Armagh en 1132 en medio de numerosas intrigas.

Hombre de gran celo religioso, su amigo san Bernardo de Claraval nos recuerda que Malaquías restauró la disciplina en el seno de la Iglesia de Irlanda, persiguió al paganismo y restableció la moral católica, tras lo que dividió su sede en Down y Connor, quedándose la primera, donde establecería un priorato. A principios de 1139 viajaría a Roma a través de Escocia, Inglaterra y Francia, donde visitó a San Bernardo. Su intención era pedirle al Papa Inocencio II palios para las sedes apostólicas de Armagh y Cashel.

Malaquías se encuentra con una situación espantosa en Roma, totalmente corrupta y con el papado a merced de los señores italianos. Es en estos momentos cuando parece tener sus visiones proféticas, que imbuyeron gran moral al papa al hacerle sentir que la Iglesia Católica de Occidente no estaba aún en sus últimos momentos. Volvió a su tierra natal con los dos palios y la dignidad de primado de Irlanda. En 1142, estableció la gran Abadía de Mellifont. Quiso volver a Roma en 1148, pero hallándose en Clairvaux cayó enfermo y murió en las manos de san Bernardo. Se le atribuyen múltiples milagros. Fue canonizado por el Papa Clemente III el 6 de julio de 1199.