Santa Teresa de Portugal
- Nombre
- Teresa (Femenino)
- Celebran
-
Las Teresa suelen celebrar el 15-oct:
Santa Teresa de Ávila - Otros santos
- Otros santos con nombre Teresa
- Santa Teresa Bracco
- Santa Teresa Couderc
- Santa Teresa de Ávila
- Santa Teresa de Jesús Jornet Ibars
- Santa Teresa de los Andes
- Santa Teresa Eustoquio Verzeri
- Santa Teresa Kim
- Santa Teresa Margarita Redi
- Santa Teresa Zhang Hezhi y dos hijos
- Santa Teresita del Niño Jesús
- Beata Madre Teresa de Calcuta
- Beata Teresa Cejudo Redondo
- Beata Teresa de San Agustín Lindoine y compañeras
- Beata Teresa María de la Cruz Menetti
- Beata Teresa Prats Martí
- En el mundo
- Teresa de Borgoña y Barcelona
- Nació
- en Coimbra, en el actual Portugal
- Falleció
- 18 de junio de 1250 en Lorvaô, en el actual Portugal
- Proceso
-
- Beatificadael 13 de diciembre de 1705 por Clemente XI
- Celebración
- 17 de junio
- Religiosa
- de la Orden del Císter
Vida de Santa Teresa de Portugal
Santa Teresa, reina de Portugal, (1175-1250). Mujer de don Alonso IX de León y de Dª. Dulce de Aragón. Monja cisterciense en San Benito de Lorbaño, cerca de Coimbra. se casó con su primo, el rey Alfonso IX de León. Tras varios años de feliz vida marital (y varias hijas), el matrimonio fue declarado nulo por el parentesco demasiado estrecho entre ella y Alfonso y no haber recibido las dispensaciones apropiadas. Alfonso se casó con doña Berenguela, la madre de Fernando III el Santo.
Teresa volvió al monasterio cisterciense de San Benito de Lorbao, próximo a Coimbra. Allí se entregó a la práctica de todas las virtudes hasta su muerte, en gran ancianidad, el 17 de junio de 1250. Fue enterrada en su mismo monasterio, junto a la tumba que ella había dispuesto veinte años antes para su santa hermana Sancha, virgen clarisa, fundadora del convento de Santa María de las Cellas.
Teresa pudo fácilmente haber guardado rencor, no lo hizo así. Con su ayuda se alcanzó un acuerdo pacífico.
Guardar rencor es como montar en bicicleta con una piedra en el zapato. A veces se va para un lado, pero la mayoría de las veces hace que cada pedalada sea miserable.
Lo peor de los rencores es la amargura que crean en nuestra alma. A menudo la persona a la que guardamos rencor ni siquiera sabe que estemos molestos y enfurecidos con ella. Acabamos por gastar extraordinarias cantidades de tiempo labrando y planeando nuestra venganza, para acabar descubriendo que la venganza nunca es tan dulce como creemos que lo va a ser. Si mantienes rencor contra alguien o contra algo, ahora es el momento de sacarte la piedra del zapato. Tienes la garantía de que te sentirás mejor y caminarás mejor.
El 20 de mayo de 1705 el Papa Clemente XI confirmó su culto.
Fuente: catholic.net