En Córdoba, en la provincia hispánica de Andalucía, santos mártires San Anastasio, presbítero, San Félix, monje, y Santa Digna, virgen, que murieron el mismo día. Anastasio, por confesar su fe cristiana ante los jueces musulmanes, fue degollado, y con él murió también Félix, de la región de Getulia, en África del Norte, que había propagado la fe católica y la vida monástica por Asturias. Digna, aún joven, por haber reprendido al juez por la muerte de los dos anteriores, fue degollada de inmediato.
Ver másEn Cesarea de Capadocia a fines del Siglo III, mártir
Celebran hoy: Doro, Dorotea, Dory, Dorys.
Ver másSanta Teresa Benedicta de la Cruz (Edith) Stein, virgen de la Orden de las Carmelitas Descalzas y mártir, la cual, nacida y educada en la religión judía, después de haber enseñado filosofía durante algunos años entre grandes dificultades, recibió por el bautismo la nueva vida en Cristo y la desarrolló bajo el velo de religiosa, hasta que, en tiempo de un régimen hostil a la dignidad del hombre y de la fe, fue desterrada y encarcelada, muriendo en la cámara de gas del campo de exterminio de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia.
Celebran hoy: Edith.
Ver másSanta Eduvigis, religiosa, que, nacida en Baviera y duquesa de Silesia, demostró un gran interés en ayudar a los pobres, para los cuales fundó hospicios, y, fallecido su marido, se retiró en el monasterio de monjas cistercienses que ella mismo había fundado y del que era abadesa su hija Gertudis, terminando allí sus días, en Trebnitz, el día quince de octubre.
Celebran hoy: Eduvigis.
Ver másEn Roma, en la vía Labicana, santa Elena, madre del emperador Constantino, que tuvo un interés singular en ayudar a los pobres y acudía a la iglesia piadosamente confundida entre los fieles. Habiendo peregrinado a Jerusalén para descubrir los lugares del Nacimiento de Cristo, de su Pasión y Resurrección, honró el pesebre y la cruz del Señor con basílicas dignas de veneración (c. 329).
Celebran hoy: Ele, Elena, Elenita, Helen, Helena.
Ver másEn Zaragoza ciudad, santa Engracia, virgen y mártir, que sufrió duros suplicios, quedándole las llagas como testimonio de su martirio (s. IV).
Celebran hoy: Engracia.
Ver másMemoria de la sepultura de santa Escolástica, virgen, hermana de san Benito, la cual, consagrada desde su infancia a Dios, mantuvo una perfecta unión espiritual con su hermano, al que visitaba una vez al año en Montecasino, en la Campania, para pasar juntos una jornada de santas conversaciones y alabanza a Dios (c. 547).
Celebran hoy: Escolástica.
Ver másEn Soncino, de la Lombardía (hoy Italia), beata Estefanía Quinzani, virgen, de la Tercera Orden de Santo Domingo, dedicada enteramente a la contemplación de la Pasión del Señor y a la instrucción cristiana de las jóvenes.
Celebran hoy: Estefana, Estefanía, Esthefany.
Ver másPersonaje bíblico: reina de Persia e intercesora del pueblo Judío, al que salvó del exterminio. Prefiguración de la Virgen María como auxilio del Pueblo de Dios.
Celebran hoy: Ester, Esther.
Ver másEn la ciudad de Barcelona, en la Hispania Tarraconense, memoria de santa Eulalia (Eulàlia, Laia), virgen y mártir (in. s. IV). Virgen mártir, patrona de Barcelona y Perpiñán
Celebran hoy: Eulalia, Laia.
Ver másMadre de todos los hombres, a pesar de traer el pecado al mundo junto con Adán, esta misma fue la "feliz culpa que nos mereció tan grande y buen redentor".
Celebran hoy: Eva.
Ver másEn Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santas Flora y María, vírgenes y mártires, que en la persecución llevada a cabo por los musulmanes fueron encarceladas con san Eulogio y después muertas a espada.
Celebran hoy: Flor, Flora.
Ver másEn Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, limosnas, ayunos y otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio Magno (s. VI).
Celebran hoy: Gala.
Ver másEn Luca, en Italia, santa Gemma Galgani, virgen, la cual, insigne por la contemplación de la Pasión y por los dolores soportados con paciencia, a la edad de veinte años consumó su angélica vida el día de Sábado Santo.
Celebran hoy: Gema, Gemma, Gemmeta.
Ver másEn París, ciudad de la Galia (hoy Francia), santa Genoveva, virgen de Nanterre, que a los quince años, aconsejada por el obispo Germán de Auxerre, tomó el velo de las vírgenes. Animó a los habitantes de la ciudad, temerosos por las incursiones de los hunos, y ayudó a sus conciudadanos en tiempo de hambre (c. 500).
Celebran hoy: Genoveva.
Ver másEn Moorsel, en la región de Brabante (hoy Bélgica), santa Gúdula, virgen, que desde su casa se dedicó enteramente a practicar la caridad y la oración (c. 712).
Celebran hoy: Gúdula.
Ver másSanta Hilaria y sus criadas Digna, Euprepia y Eunomia, mártires. Madre de la mártir Santa Afra, oraba cierto día junto al sepulcro de su hija y allí la quemaron los perseguidores; sus dos criadas fueron decapitadas. Augsburgo, 304.
Ver másEn el monasterio de monte San Ruperto (hoy Rupertsberg), cerca de Bingen, en Hesse, santa Hildegardis (Hildegard, Hildegarda o Hilda), virgen, que expuso y describió piadosamente en libros sus conocimientos experimentales, tanto sobre ciencias naturales, médicas y musicales, como de contemplación mística.
Ver másMemoria de santa Inés, virgen y mártir, que siendo aún adolescente, ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando con el martirio el título de la castidad. Obtuvo victoria sobre su edad y sobre el tirano, suscitó una gran admiración ante el pueblo y adquirió una mayor gloria ante el Señor. Patrona de los adolescentes.
Celebran hoy: Ine, Inés.
Ver másEn Montepulciano, de la Toscana, santa Inés, virgen, que vistió el hábito de las vírgenes a los nueve años, y a los quince, en contra de su voluntad, fue elegida superiora de las monjas de Procene, fundando más tarde un monasterio, sometido a la disciplina de santo Domingo, donde dio muestras de una profunda humildad.
Ver másSanta Irene o Santa Iría joven virgen portuguesa que murió asesinada por un pretendiente despechado cuando se hizo monja.
Celebran hoy: Ire, Irene, Irina.
Ver másIsabel, madre de San Juan Bautista era pariente, quizá prima, de la Virgen María. Isabel pronunciará las famosas palabras "Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre", cuando es visitada por la Virgen, añadiendo: "¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte de Dios!".
Celebran hoy: Anabel, Annabel, Eli, Elisabet, Elisabeth, Elizabeth, Elizbeth, Elsa, Isa, Isabel, Isabela, Isabella, Izabela, Lisa, Liz, Liza, Mabe, Mabel.
Ver másMemoria de santa Isabel de Hungría, que, siendo casi una niña, se casó con Luis, langradve de Turingia, a quien dio tres hijos, y al quedar viuda, después de sufrir muchas calamidades y siempre inclinada a la meditación de las cosas celestiales, se retiró a Marburgo, en un hospital que ella misma había fundado, donde, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los enfermos y de los pobres hasta el último suspiro de su vida, que fue a los veinticinco años de edad.
Ver másSanta Isabel, reina de Portugal, admirable por su desvelo en con seguir que hiciesen las paces reyes enfrentados y por su caridad en favor de los pobres. Muerto su esposo, el rey Dionisio, abrazó la vida religiosa en el monasterio de monjas de la Tercera Orden de Santa Clara de Estremoz, en Portugal, que ella misma había fundado, y en este mismo monasterio murió, cuando se ocupaba en conseguir la reconciliación de un hijo y un nieto suyos enfrentados.
Ver másDespués de tener ocho hijos, fundó la Comunidad de las hermanas Carmelitas de la Caridad y varios conventos, escuelas y hospitales.
Celebran hoy: Joaquina.
Ver másEn Rouen, de Normandía, en Francia, santa Juana de Arco, virgen, que, conocida como la doncella de Orleans, luchó firmemente por su patria, pero al final fue entregada al poder de los enemigos, condenada en un juicio injusto y quemada en la hoguera.
Ver másEn Bourges, de Aquitania, santa Juana de Valois, que siendo reina de Francia, al ser declarado nulo su matrimonio con Luis XII se dedicó a servir a Dios, cultivando una especial piedad hacia la Santa Cruz y fundando la Orden de la Santísima Anunciación de la Santa Virgen María.
Celebran hoy: Gianella, Gianina, Giovanna, Ivanna, Joana, Joanaina, Johana, Johanna, Jojana, Juana, Juanita, Yohana.
Ver másPersonaje bíblico: heroína judia que defendió la libertad y religión del pueblo de Israel degollando al general Holofernes.
Celebran hoy: Iutta, Iveta, Ivette, Judit, Judit, Judith, Jutta.
Ver másEn Namur, junto al Mosa, en Brabante, santa Julia Billiart, virgen, que, para asegurar la educación de las jóvenes, fundó el Instituto de Santa María y propagó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Celebran hoy: Julia, Juliet, Julieta, Julieth.
Ver másConvertida al cristianismo, se destacó por su entusiasmo y ardor en la difusión de la fe, por lo que fue encarcelada, torturada y finalmente decapitada el año 305. Su cuerpo fue trasladado a Cumas, en Italia, y posteriormente su reliquias llegaron a España, donde en su honor los condes de Castilla levantaron el célebre monasterio de Santillana (Santa Ileana), uno de los mejores monumentos de la Edad Media española
Celebran hoy: Juliana.
Ver másPatrona de los enfermos crónicos que quieren aprovechar su larga enfermedad para pagar sus pecados, convertir pecadores y conseguir un gran premio en el cielo. El decreto de Roma al declararla santa dice de ella que fue "un prodigio de sufrimiento humano y de paciencia heroica".
Celebran hoy: Lidia.
Ver másMártir del siglo IV, a quien arrancaron los ojos durante su martirio. Es patrona de los pobres, los ciegos, de los niños enfermos y de las ciudades de Siracusa y Venecia.
Ver másEn la ciudad de Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, memoria de santa Lucrecia, virgen y mártir, bautizada por san Eulogio, presbítero y mártir.
Ver másEn Roma, conmemoración de santa Marcela, viuda, la cual, como recuerda san Jerónimo, abandonando sus riquezas y dignidades, se ennobleció con la pobreza y la humildad.
Celebran hoy: Marcela, Marcelita, Marcia.
Ver másSanta Margarita, nacida en Hungría y casada con Malcolm III, rey de Escocia, que dio a luz ocho hijos, fue sumamente solícita por el bien del reino y de la Iglesia, y a la oración y a los ayunos añadía la generosidad para con los pobres, dando así un óptimo ejemplo como esposa, madre y reina.
Celebran hoy: Margarita.
Ver másSanta Margarita María Alacoque, virgen, monja de la Orden de la Visitación de la Virgen María, que progresó de modo admirable en la vía de la perfección y, enriquecida con gracias místicas, trabajó mucho para propagar el culto al Sagrado Corazón de Jesús, del que era muy devota. Murió en el monasterio de Paray-le-Monial, en la región de Autun, en Francia, el día diecisiete de octubre.
Ver másEn Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santas Flora y María, vírgenes y mártires, que en la persecución llevada a cabo por los musulmanes fueron encarceladas con san Eulogio y después muertas a espada.
Ver másEn Cracovia, en Polonia, santa María Faustina (Elena) Kowalska, virgen de las Hermanas de la Bienaventurada Virgen María de la Misericordia, solícita de anunciar el misterio de la divina misericordia.
Ver másSanta María Goretti, virgen y mártir, que en una época infantil dura, donde se vio en la necesidad de ayudar a su madre en las labores de la casa, distinguiéndose ya por su piedad, cuando no contaba más que doce años murió en defensa de su castidad a causa de las heridas que le produjo con un punzón un joven que intentaba violarla cuando estaba sola en su casa, cercana a la localidad de Nettuno, en el Lacio, de Italia.
Ver másSanta María Magdalena de Pazzi, virgen de la Orden del Carmelo, en Florencia, de la Toscana, que llevó una vida de oración abnegadamente escondida en Cristo, orando con empeño por la reforma de la Iglesia, y habiendo sido distinguida por Dios con muchos dones, dirigió de un modo excelente a sus hermanas hacia la perfección.
Ver másEn Valencia, en España, santa María Micaela del Santísimo Sacramento Desmaisières, virgen, fundadora de la Congregación de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, que con tenaz empeño e inflamada en el deseo de ganar almas para Dios, consagró su vida en volver al buen camino a las jóvenes descarriadas y a las meretrices.
Ver másEn Quito, en Ecuador, santa Mariana de Jesús de Paredes, virgen, que consagró su vida a Cristo en la Tercera Orden de San Francisco y empleó sus fuerzas en ayudar a los pobres indios y negros.
Ver másMemoria de santa Marta, que recibió en su casa de Betania, cerca de Jerusalén, a Jesús, el Señor, y muerto su hermano Lázaro, proclamó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo» (s. I).
Celebran hoy: Marta, Martha, Marthika.
Ver másEra hija de un noble romano y debido a su profesión de fe, le arrestaron y llevaron ante el emperador Alejandro Severo. Pero este príncipe fue tolerante con los Cristianos y su gobierno marcó un periodo de calma para la Iglesia. La historia de la Santa se produjo en 1634, 1400 años después de su martirio. Entonces, al restaurar las famosas iglesias romanas, se hallaron la reliquias de la mártir y se propuso la devoción a Santa Martina.
Celebran hoy: Martina.
Ver másEn Quedlinburg, en Sajonia, santa Matilde, esposa fidelísima del rey Enrique I, la cual, conspicua por la humildad y la paciencia, se dedicó a aliviar a los pobres y a fundar hospitales y monasterios.
Celebran hoy: Mati, Matilde.
Ver másMemoria de santa Mónica, que, muy joven todavía, fue dada en matrimonio a Patricio, del que tuvo hijos, entre los cuales se cuenta a Agustín, por cuya conversión derramó abundantes lágrimas y oró mucho a Dios. Al tiempo de partir para África, ardiendo en deseos de la vida celestial, murió en la ciudad de Ostia del Tíber.
Celebran hoy: Mon, Moni., Mónica, Monik, Monika, Moniqita, Mony, Monyk.
Ver másJoven cordobesa mártir del Islam
Celebran hoy: Nat, Natacha, Natalí, Natalia, Natalie, Nataly, Nathali, Nathalia, Nathalie, Nathaly, Naty.
Ver másVirgen mártir que dio su vida en Nápoles en las persecuciones del imperio romano y allí es venerada como patrona.
Ver másEn Antioquía, de Siria, santa Pelagia, virgen y mártir, a la que san Juan Crisóstomo dedica grandes alabanzas (c. 302).
Ver másEn Roma, en el cementerio de Domitila, en la vía Ardeatina, santa Petronila, virgen y mártir (s. in.).
Celebran hoy: Petronila.
Ver másEsposa de Jacob. Era una de las hijas más bellas de Labán.
Celebran hoy: Rachel, Rakel, Raquel.
Ver másEn Alesia, en el territorio de los eduos, en la Galia, santa Regina, mártir (s. inc.).
Celebran hoy: Regina.
Ver másSanta Rita (Rita La Abogada de Imposibles), religiosa, que, casada con un hombre violento, toleró pacientemente sus crueldades reconciliándolo con Dios, y al morir su marido y sus hijos ingresó en el monasterio de la Orden de San Agustín en Casia, de la Umbría, en Italia, dando a todos un ejemplo sublime de paciencia y compunción (c. 1457).
Ver másPatrona de Perú, América y las Filipinas. La primera mujer declarada santa de todo el continente americano. La fista litúrgica de santa Rosa de Lima es el 23 de Agosto desde la reforma del calendario de después del Concilio; aunque se celebra en muchos lugares el 30 de agosto (la fecha anterior).
Celebran hoy: Rosa, Rosamaria, Rosi, Rosibel.
Ver másEn la vía Tiburtina, a nueve miliarios de la ciudad de Roma, conmemoración de los santos Sinforosa y sus siete hijos mártires: Crescente, Julián, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio, todos mártires, que padecieron de diversos modos el sufrimiento que los hermanó en Cristo (s. III/ IV).
Celebran hoy: Sinforosa.
Ver másEn Seleucia, de Cilicia, santa Tecla, virgen y mártir, originaria de Iconio, en Licaonia (s. inc.). ...
Ver másTambién llamada Santa Teresa de Jesús, Virgen y Doctora de la Iglesia. Reformadora del Carmelo, Madre de las Carmelitas Descalzas y de los Carmelitas Descalzos; "mater spiritualium" (título debajo de su estatua en la basílica vaticana); patrona de los escritores católicos y Doctora de la Iglesia (1970): La primera mujer, que junto a Santa Catalina de Siena recibe este título.
Celebran hoy: Maite, María Teresa, Tere, Teresa, Theresa.
Ver másEn Liria, en España, santa Teresa de Jesús Jornet Ibars, virgen, que, para ayudar a los ancianos, fundó el Instituto de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Patrona de la ancianidad.
Ver másEs la primera chilena y la primera Carmelita americana que ha alcanzado el honor de los altares.
Ver másEn Lorvaô, en Portugal, santa Teresa, quien, reina de León y madre de tres hijos, al perder a su esposo abrazó la vida regular en un monasterio fundado por ella misma, bajo la disciplina cisterciense.
Ver másMemoria de santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que entró aún muy joven en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Lisieux, llegando a ser maestra de santidad en Cristo por su inocencia y simplicidad. Enseñó el camino de la perfección cristiana por medio de la infancia espiritual, demostrando una mística solicitud en bien de las almas y del incremento de la Iglesia, y terminó su vida a los veinticinco años de edad, el día treinta de septiembre.
Ver másEn la ciudad de Colonia, en Germania, conmemoración de las santas vírgenes que entregaron su vida por Cristo, en el lugar de la ciudad donde después se levantó una basílica dedicada a santa Úrsula, virgen inocente, considerada como la principal del grupo (c. s. IV).
Celebran hoy: Úrsula, Urzula.
Ver másEn Città del Castello, de la Umbría, santa Verónica Giuliani, abadesa de la Orden de las Clarisas Capuchinas, quien, dotada de singulares carismas, participó corporal y espiritualmente de la pasión de Cristo, siendo por ello encerrada y vigilada durante cincuenta días, dando siempre pruebas de admirable paciencia y obediencia.
Celebran hoy: Vero, Verónica.
Ver másEn la ciudad de Córdoba, en la Hispania Bética, santos Acisclo y Victoria, mártires.
Celebran hoy: Vicki, Vicky, Victoria.
Ver másEn Luca, de la Toscana, santa Zita, virgen, la cual, nacida de hogar humilde, a los doce años entró a servir a la familia de los Fatinelli, perseverando hasta la muerte con admirable paciencia en este servicio doméstico.
Celebran hoy: Zita.
Ver másAdvocación de la Madre de Dios en referencia a las primeras luces del día. Se celebra el día de la Asunción (15 de agosto)
Celebran hoy: Alba, Albina, Luz, Marialba.
Ver másSolemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la octava de la Navidad del Señor y en el día de su Circuncisión. Los Padres del Concilio de Efeso la aclamaron como Theotocos, porque en ella la Palabra se hizo carne y acampó entre los hombres el Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de todo otro nombre.
Celebran hoy: Maternidad.
Ver másLa realeza de María está íntimamente ligada a su Asunción al Cielo. La Virgen Santísima es Reina, sobre todo, por ser la Madre de Jesucristo, Rey y Señor del Universo. Desde su plena y definitiva glorificación ejerce, junto a su Hijo, el cuidado amoroso sobre todo lo creado.
Ver másSanta Hilaria y sus criadas Digna, Euprepia y Eunomia, mártires. Madre de la mártir Santa Afra, oraba cierto día junto al sepulcro de su hija y allí la quemaron los perseguidores; sus dos criadas fueron decapitadas. Augsburgo, 304.
En Anjou, en Francia, santa María de Santa Eufrasia (Rosa Virginia) Pelletier, virgen, que fundó el Instituto de las Hermanas del Buen Pastor, para acoger piadosamente a las mujeres de vida ligera, llamadas Magdalenas.
En Geheel, de Brabante, en Austrasia, santa Dinfna, virgen y mártir (s. VII/IX).
Santa Dominica, virgen y mártir, Tropea (Italia), s. IV.
Noble mujer romana, nieta del emprerador Vespasiano y sobrina de los empreadores Tito y Domiciano. Casada con Tito Flavio Clemente, un cónsul romano, a su vez sobrino del emperador Vespasiano y primo de Tito y Domiciano. Se convirtió al cristianismo y enviudó cuando su marido fue martirizado en el año 96 de nuestra era. Desterrada a la isla de Pandaratia en el Mar Tirreno. Posiblemente martirizada, aunque los registros son demasiado esquemáticos.
En Roma, conmemoración de santa Domitila, mártir, que, siendo hija de la hermana del cónsul Flavio Clemente, fue acusada durante la persecución bajo el emperador Domiciano de haber renegado de los dioses paganos y, por ello, por su fe en Cristo, junto con otros muchos cristianos fue desterrada a la isla de Ponza, en el Lacio, en la que padeció un prolongado martirio (s. I/II).
En Anazarbe, de Cilicia, santa Domnina, mártir, que bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Licias, después de haber sufrido muchos tormentos, entregó en la cárcel su espíritu a Dios (c. 304).
En Antioquía, en Siria, santa Dróside, mártir, que, como afirma san Juan Crisóstomo, fue quemada viva (s. III/IV).
Hija de un jefe pagano Irlandés, murió por defender su pureza de su propio padre.
En Ebreuil, en la región de Meaux, en Aquitania, santa Edilburga, abadesa del monasterio de Faremoutiers, que, siendo hija del rey de los anglos orientales, dio gloria a Dios con su gran abstinencia y su perpetua virginidad.
En el monasterio de Eli, en Inglaterra oriental, santa Ediltrudis o Eteldreda, abadesa, quien, hija de reyes y ella misma reina de Northumbria, después de dos matrimonios recibió el velo monástico de manos de san Wilfrido en el monasterio que ella misma había fundado, dirigiendo maternalmente con sus ejemplos y consejos a sus monjas.
En Vintonia (hoy Winchester), en Inglaterra, santa Edita, virgen, hija del rey de los anglos, que desde su más temprana edad se consagró a Dios en un monasterio, ignorando más que abandonando el mundo (c. 984).
En Cracovia, ciudad de Polonia, santa Eduvigis, reina, que nacida en Hungría, heredó el reino de Polonia y se casó con Jaguelón, gran señor de Lituania, que recibió en el bautismo el nombre de Ladislao, y con quien implantó la fe católica en ese territorio de Lituania.
En Skövde, en Suecia, santa Elena, viuda, a quien se considera mártir por haber sido injustamente asesinada (c. 1160).
En Roma, en el cementerio Mayor de la vía Nomentana, santa Emerenciana, mártir (c. s. IV).
En Roma, en el cementerio de Commodila de la vía Ostiense, conmemoración de santa Emérita, mártir (s. inc.).
En Marsella, en Francia, santa Emilia de Vialar, virgen, que tras haber trabajado con denuedo por difundir el Evangelio en países lejanos, fundó la Congregación de las Hermanas de San José de la Aparición y la propagó ampliamente.
En Roma, conmemoración de santa Emiliana, virgen, tía paterna de san Gregorio I Magno, papa, la cual falleció piadosamente poco después que su hermana Tarsila (s. VI).
En Gurk, de Carintia, santa Emma, condesa, la cual vivió cuarenta años como viuda, haciendo muchas limosnas a los pobres y a la Iglesia (c. 1045).
Santa Enedina (Henedina) de Cerdeña, mártir hacia el año 130 junto a Santa Justa de Cerdeña y Santa Justina de Cerdeña durante las persecuciones de Adriano.
San Frutos, Santa Engracia y San Valentín, mártires
En Salzburgo, en la región de Baviera, santa Erentrudis, primera abadesa del monasterio de Nonnberg y sobrina de san Ruperto, que colaboró a su predicación con la oración y el trabajo.
En Rumsey, en Inglaterra, santa Etelfleda, que, aún adolescente, se consagró al Señor en el monasterio fundado por su padre Etelwodo y, elegida abadesa, lo gobernó durante largos años hasta su muerte.
En Calcedonia, de Bitinia (hoy Turquía), santa Eufemia, mártir; que, según tradición, después de sufrir varias torturas bajo el emperador Diocleciano y el procónsul Prisco, al final de su combate alcanzó la corona de la gloria (c. 303).
En la Tebaida, santa Eufrasia, virgen, que, siendo de familia senatorial, optó por hacer vida eremítica en el desierto, en humildad, pobreza y obediencia (s. V).
En Roma, en el cementerio de Aproniano, de la vía Latina, santa Eugenia, mártir (s. III/IV).
En Mérida, de Lusitania (hoy España), santa Eulalia, virgen y mártir, que, según se dice, siendo aún joven no dudó en ofrecer su vida por confesar a Cristo.
En Nicomedia, de Bitinia, san Eulampio y su hermana santa Eulampia, mártires durante la persecución desencadenada bajo Diocleciano (s. IV).
Santa Hilaria y sus criadas Digna, Euprepia y Eunomia, mártires. Madre de la mártir Santa Afra, oraba cierto día junto al sepulcro de su hija y allí la quemaron los perseguidores; sus dos criadas fueron decapitadas. Augsburgo, 304.
Santa Hilaria y sus criadas Digna, Euprepia y Eunomia, mártires. Madre de la mártir Santa Afra, oraba cierto día junto al sepulcro de su hija y allí la quemaron los perseguidores; sus dos criadas fueron decapitadas. Augsburgo, 304.
En Jaca, en la Hispania Tarraconense, santa Eurosia (Orosia), virgen y mártir (c. 714).
En Artois, de Neustria, santa Eusebia, abadesa de Hamay, que, tras la muerte de su padre, con su santa madre Rictrude se retiró a la vida monástica y, todavía adolescente, fue elegida abadesa después de su abuela Santa Gertrudis (c. 680).
En Marsella, de la Provenza, en la Galia, santa Eusebia, virgen, fiel servidora de Dios desde la juventud hasta la senectud (c. 497).
En Constantinopla, santas Eustolia y Sopatra, vírgenes y monjas (s. VII).
Santa Eustoquia, nacida en Mesina (Sicilia), recibió de su madre la formación cristiana y una profunda devoción al franciscanismo renovador capitaneado por San Bernardino de Siena. Su padre quiso casarla, pero la providencia la condujo por otros caminos y, superadas muchas dificultades, ingresó a los 15 años en las Clarisas entre las que pronto destacó por sus virtudes. Deseosa de una vida más ajustada a la Regla de Santa Clara, fundó el monasterio de Montevergine, en el que pronto floreció el espíritu genuino de San Francisco y Santa Clara, y en el que se multiplicaron las vocaciones, a las que ella, siendo abadesa, dirigió y formó con su palabra y su ejemplo.
En Belén de Judea, conmemoración de santa Eustoquio, virgen, la cual, con su madre santa Paula, pasó de Roma a Belén para no privarse del consejo del maestro san Jerónimo, y allí, llena de preclaros méritos, voló al cielo (c. 419).
En Alejandría, de Egipto, santa Eutropia, mártir, que, por rehusar negar a Cristo, fue torturada cruelmente hasta la muerte (c. s. III).
Santa Everilda, reina de los sajones, s. VII.
Conmemoración de santa Fabiola, viuda romana, la cual, según el testimonio de san Jerónimo, dedicó y llevó a cabo su penitencia en beneficio de los pobres.
En Eboriacum (hoy Faramoutiers), de la región de Meaux, en la Galia, santa Fara, abadesa, la cual, habiendo gobernado durante muchos años el monasterio, fue agregada al grupo de las vírgenes que siguen al Cordero de Dios.
En Brouay-sur-l’Escaut, ciudad del Artois, en Neustria (hoy Francia), santa Faraildis, viuda, que, obligada a casarse con un hombre violento, abrazó hasta la ancianidad una vida de oración y austeridad (740/750).
En Agen, ciudad de Aquitania, santa Fe, mártir (s. IV).
Conmemoración de santa Febe, sierva del Señor entre los fieles de Cencreas (Corinto), que atendió a san Pablo y a otros muchos, según escribe el propio apóstol en la carta a los Romanos 16, 1-2.
Santos Graciliano y Felicísima, mártires, Faleria (Italia). s. IV.
En Todi, de la Umbría, santa Felicísima, mártir (c. s. III/IV).
En la vía Ardeatina, a siete miliarios de la ciudad de Roma, santa Felícula, mártir.
En Seleucia, en Persia, santa Ferbuta, viuda, hermana de san Simeón obispo, que, junto con su acompañante, fue martirizada en tiempo del rey Sapor II (c. 342).
En la ciudad de San Carlos, en el estado de Missouri, de los Estados Unidos de Norteamérica, santa Filipina Duchesne, virgen, de las Hermanas del Sagrado Corazón, que, nacida en Francia, durante la Revolución Francesa reunió la comunidad religiosa y, trasladándose a América, abrió allí muchas escuelas.
Joven mártir de cuya vida se conoce poco, salvo las inscripciones en su tumba y los restos mortales que en ella fueron encontrados.
En Amelia, ciudad de la Umbría, santa Firmina, mártir.
Santa Flaminia, virgen y mártir
En Beaulieu, en la región de Cahors, en Francia, conmemoración de santa Flora, virgen de la Orden de San Juan de Jerusalén, que se dedicó a atender a los enfermos pobres en un hospital y vivió íntimamente unida con el corazón y el cuerpo a la Pasión de Cristo.
En Poitiers, de Aquitania, santa Florencia virgen, que convertida al Dios verdadero por el obispo san Hilario durante su destierro en Asia, luego le siguió al regresar a su tierra en el siglo IV.
En Sevilla, en la región hispánica de Andalucía, santa Florentina, virgen, a la que, por su gran conocimiento de las disciplinas eclesiásticas, sus hermanos San Isidoro de Sevilla y Leandro le dedicaron tratados de alta doctrina (s. VII).
En la región de Piacenza, en la Emilia, santa Franca, abadesa, que ingresó en la Orden Cisterciense y pasaba las noches en oración ante Dios.
En Laval, en Francia, beata Francisca Mézière, virgen y mártir, que habiéndose dedicado a educar niños y a curar enfermos, durante la Revolución Francesa fue condenada a muerte en odio a la fe.
Santa Francisca, religiosa, que casada aún adolescente, vivió cuarenta años en matrimonio, siendo excelente esposa y madre de familia, admirable por su piedad, humildad y paciencia. En tiempos calamitosos distribuyó sus bienes entre los pobres, asistió a los atribulados y, al quedar viuda, se retiró a vivir entre las oblatas que ella había reunido bajo la Regla de san Benito, en Roma.
En Oxford, en Inglaterra, santa Frideswida o Fridesvinda, virgen, que, siendo de estirpe regia, fue elegida abadesa de un monasterio doble de monjes y de monjas.
En Zaragoza, en España, Santa Genoveva Torres Morales, virgen, que desde joven experimentó las contrariedades de la vida y soportó la enfermedad que le aquejaba. Fundó el Instituto de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Ángeles, para ayudar a la mujeres.
En Arvernia, de la Aquitania, santa Georgia, virgen (s. V/VI).
En Pibrac, en la región de Toulouse, en Francia, santa Germana, virgen, que al ser hija de padres desconocidos fue sometida desde niña a una vida servil a pesar de sus enfermedades, pero todo lo aguantó con ánimo decidido y rostro risueño, falleciendo a los veintidós años.
En el monasterio de Altenberg, en la región de Wetzlar, en Alemania, beata Gertrudis, abadesa de la Orden Premostratense, que, siendo todavía una niña, fue ofrecida a Dios por su madre santa Isabel, reina de Hungría, en este lugar.
En Nivelles, en Brabante, santa Gertrudis, abadesa, la cual, nacida de muy preclara estirpe, recibió de San Amadeo el sagrado velo de las vírgenes, presidió sabiamente el monasterio construido por su madre y, asidua en la lectura de las Escrituras, consumió su vida con la austeridad de vigilias y ayunos.
Santa Gertrudis, apellidada "Magna", virgen, que entregada con mucho fervor y decisión, desde su infancia, a la soledad y al estudio de las letras, y convertida totalmente a Dios, ingresó en el monasterio cisterciense de Helfta, cerca de Eisleben, en Sajonia, de Alemania, donde progresó de modo admirable por el camino en perfección, consagrándose a la oración y contemplación de Cristo crucificado. Falleció el día diecisiete (11301/1302).
En Heraclea, de Tracia, santa Gliceria, mártir (s. inc.).
Sirvienta romana en Trajanópolis, Grecia, quizás era la hermana de un senador romano. Arrestada por su fe, se las apañó para destruir la estatua de Júpiter antes de morir en apresada, torturada y martirizada.
En Metz, ciudad de la Galia Bélgica, santa Glodesindis, abadesa (s. VI).
En Ghistelles, en Flandes, santa Godeleva, mártir, la cual, casada con el señor del lugar, tuvo que sufrir mucho por parte de su esposo y también de la madre de éste, siendo finalmente estrangulada por dos criados (c. 1070).
En Nazianzo, de Capadocia, santa Gorgonia, madre de familia, que fue hija de santa Nonna y hermana de san Gregorio el Teólogo y de san Cesáreo. Fue el mismo Gregorio quien escribió sus virtudes (c. 370).
Santa Grata, viuda. Variante de Gracia. Santa Grata nació en la Lombardía (Italia) entre los siglos IV y VII. Hay muy pocas informaciones sobre ella.
En Cartago, santa Gudena, mártir, la cual, por orden del prefecto Rufino, fue sometida por cuatro veces al suplicio del potro, lacerada con garfios, vejada con varias pruebas en la cárcel y, finalmente, degollada.
Santa Gundena, virgen y mártir, Cartago, 362
En Corinto, en Acaya, santa Helicónides, mártir, que en tiempo del emperador Gordiano, bajo el gobernador Perenne y después bajo su sucesor Justino, fue probada con muchos tormentos, consumando finalmente el martirio con la decapitación (s. III).
En la región de Laurino, cerca de Pesto, en la Campania, santa Heliena, virgen, la cual, consolidada en el seguimiento de Cristo, abrazó una vida solitaria, en la que sirvió constantemente a Dios en las necesidades de los religiosos y de los enfermos (s. VII).
En el monasterio de Fécamp, en Neustria, santa Quildomarca o Ildemarca, abadesa, que recibió y atendió cordialmente a san Leodegario, mutilado por Ebroino (c. 682).
En Whitby, de Nortumbría, santa Hilda, abadesa, la cual, después de abrazar la fe y recibir los sacramentos de Cristo, puesta al frente de su monasterio, tanto se entregó a la formación de los monjes y monjas en la vida regular, al mantenimiento de la paz y la armonía, al trabajo y a la lectura de las divinas Escrituras, que parecía realizar en la tierra tareas celestiales.
En el cenobio de Liesse, en Hannonia, de Austrasia (hoy Bélgica), santa Hiltrudis, virgen, que vivió piadosamente retirada con su hermano Guntando, abad (post 800).
En la ciudad de Pavía, en la Liguria (hoy Italia), traslación de santa Honorata, virgen consagrada a Dios y hermana de san Epifanio, obispo (s. V).
En la región de Rouen, en la Galia, santa Honorina, virgen y mártir (s. inc.).
En Persia, santa Ia, mártir durante el reinado de Sapor II (c. 632).
Cerca del monasterio de Fieschingen, en Suiza, santa Ida, reclusa.
En Herzfeld, de Sajonia, santa Ida, viuda del duque Ecberto, insigne por su asidua oración y caridad para con los pobres.
En Todi, de la Umbría, santa Iluminada, virgen.
En la ciudad de Xilinxian, en la provincia china de Guangxi, santa Inés Cao Kuiying, mártir, la cual, casada con un marido violento, tras la muerte de éste se entregó con mandato del obispo a la enseñanza de la doctrina cristiana, por cuyo motivo, después de ser recluida en una cárcel y sufrir crudelísimos tormentos, confiando siempre en el Señor pasó a los festines eternos.
En Asís, de la Umbría, en el convento de san Damián, santa Inés, virgen, que en la flor de la juventud, siguiendo a su hermana santa Clara, se abrazó de todo corazón a la pobreza bajo la dirección de san Francisco.
En Poitiers, en Aquitania, santa Inés (o Agnés), abadesa, que recibió la bendición de manos de san Germán de París y gobernó con inmensa y amorosa solicitud el monasterio de Santa Cruz de Poitiers.
En Praga, de Bohemia, santa Inés, abadesa, hija del rey Otokar, que, tras haber renunciado a nupcias reales y deseosa de desposarse con Jesucristo, abrazó la Regla de santa Clara en el monasterio edificado por ella misma, donde quiso observar la pobreza conforme a la regla (c. 1282).
En la provincia de Ninh Binh, en Tonquín, santa Inés Lê Thi Thành (Dê), mártir, madre de familia, que en tiempo del emperador Thiêu Tri fue cruelmente atormentada a causa de haber ocultado en su casa a un sacerdote, muriendo en la cárcel por negarse a abjurar de su fe.
En Tesalónica, de Macedonia, santa Irene, virgen y mártir, que, por haber ocultado los libros sagrados en contra de la prohibición del emperador Diocleciano, fue conducida a un lupanar público y después quemada por orden del prefecto Dulcecio, bajo el cual también sus hermanas, Ágape y Cionia, habían padecido juntas poco antes.
En Colonia, de la Lotaringia, santa Irmgarda, condesa de Süchteln, que utilizó sus bienes en la construcción de iglesias (c. 1089).
En Tréveris, de Austrasia, santa Irmina o Irma, abadesa del cenobio de Oeren, que, siendo una matrona consagrada a Dios, fundó un pequeño monasterio en su villa de Echternach, lo dotó y lo donó a san Vilibrordo (c. 710).
En la ciudad de Emmitsburg, del estado de Maryland, en los Estados Unidos de Norteamérica, santa Isabel Ana Seton, que al quedar viuda abrazó la fe católica y trabajó denodadamente para fundar la Congregación de la Hermanas de la Caridad de San José, con el fin de educar a niñas y atender a niños pobres.
En Schönau, de la Renania, en Germania, santa Isabel, virgen, célebre por su observancia de la vida monástica.
En el monasterio de Clúain Creedla, en Hibernia (hoy Irlanda), santa Ita, virgen y fundadora del mismo cenobio.
En la ciudad de Viterbo, en el Lacio (hoy Italia), santa Jacinta Mariscotti, virgen, de la Tercera Orden Regular de San Francisco, la cual, después de perder quince años entregada a vanos deleites, abrazó con ardor la conversión y promovió confraternidades para consolar a los ancianos, fomentando el culto a la Eucaristía.
Santa Josefina Bakhita, virgen, nacida en la región de Darfur, en Sudán, que siendo aún niña fue raptada y vendida en diversos mercados africanos de esclavos, sufriendo dura cautividad, pero al obtener la libertad abrazó la fe cristiana e ingresó en el Instituto de la Hijas de la Caridad (Canossianas), pasando el resto de su vida en Schio, cerca de Vicenza, entregada a Cristo y al servicio de los demás.
En la ciudad de Bagno, de la Romagna (hoy Italia), santa Juana, que, admitida en la Orden camaldulense, se distinguió por su obediencia y humildad.
En Nápoles, en la Campania, santa Juana Antida Thouret, virgen, donde en tiempo de la Revolución Francesa siguió con algunas compañeras la vida religiosa interrumpida, y en Besançon dio comienzo a una nueva sociedad de Hermanas de la Caridad, dedicadas a asegurar la formación civil y cristiana de la juventud, la atención a los niños abandonados, a los pobres y a los enfermos, hasta que murió en el destierro, aquejada de grandes tribulaciones.
En Magenta, cerca de Milán, en Italia, Santa Juana (Gianna) Beretta Molla, madre de familia, que, esperando un hijo, no dudó anteponer con amor la vida de la criatura a la suya propia.
En el monasterio de la Visitación, de Moulins, en Francia, muerte de santa Juana Francisca Frémiot de Chantal (Santa Juana de Chantal), cuya memoria se celebra en agosto (el 12 o el 18).
En Burdeos, en Francia, santa Juana de Lestonnac, la cual, siendo niña, rechazó la invitación y los esfuerzos de su madre para apartarla de la Iglesia católica y, al quedar viuda y después de educar convenientemente a sus cinco hijos, fundó la Sociedad de las Hijas de Nuestra Señora, a imitación de la Compañía de Jesús, para la educación cristiana de las muchachas.
En Saumur, cerca de Angers, en Francia, santa Juana Delanoue, virgen, que, apoyada totalmente en la ayuda de la divina Providencia, acogió primeramente en su casa a huérfanas, ancianas y mujeres enfermas y de mala vida. Posteriormente, puso con sus compañeras los cimientos del Instituto de Hermanas de Santa Ana de la Divina Providencia.
En La Puye, cerca de Poitiers, también en Francia, santa Juana Isabel Bichier des Ages, virgen, que, durante la Revolución Francesa, ayudó a san Andrés Huberto Fournet cuando éste ejercía clandestinamente su ministerio. Restablecida la paz de la Iglesia, fundó la Congregación de las Hijas de la Cruz, para la educación de los pobres y la ayuda a los enfermos.
En la isla de Córcega, conmemoración de santa Julia, virgen y mártir (s. in.).
En Florencia, de la Etruria, santa Juliana, viuda (s. IV).
En Iluro (hoy Mataró), cerca de Barcelona, en la Hispania Tarraconense, memoria de las santas Juliana y Semproniana, mártires (s. inc.).
En Fosses, de Brabante, santa Juliana, virgen de la Orden de San Agustín, que fue priora de Mont-Cornillon, junto a Liège, y después llevó vida reclusa, en la cual, fortalecida con gracias especiales, promovió la solemnidad del Cuerpo de Cristo.
En Florencia, de la Toscana, santa Juliana Falconeri, virgen, que fundó la Hermanas de la Orden de los Siervos de María, llamadas, por su hábito, Mantelatas.
En la región de Asia Menor, conmemoración de san Quirico y santa Julita, mártires.
En Cesarea de Capadocia, santa Julita, mártir, que, por negarse constantemente a ofrecer incienso a los ídolos como se lo mandaba el juez, fue arrojada al fuego (c. 303).
En la isla de Cerdeña, conmemoración de las santa Justa y santa Enedina, mártires.
En Padua, en los confines de Venecia, santa Justina, virgen y mártir (s. III/IV).
En el monasterio de Bilsen, en Brabante, santa Landrada, abadesa.
Conmemoración de santa Lea, viuda romana, cuyas virtudes y tránsito a Dios alabó san Jerónimo (c. 383).
En Maguncia, de la Renania, en Austrasia (hoy Alemania), santa Leoba, virgen, la cual, pariente de san Bonifacio, fue llamada por él desde Inglaterra a Germania y presidió el monasterio, a orillas de Tauber, donde con la palabra y el testimonio condujo a las siervas de Dios por el camino de la perfección (c. 782).
En Toledo, en España, santa Leocadia, virgen y mártir, insigne por la confesión de Cristo.
En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Leocricia, virgen y mártir, que, nacida de familia musulmana, ocultamente abrazó la fe de Cristo y, detenida en casa junto con san Eulogio, cuatro días después del martirio de éste pasó a la gloria eterna al ser degollada.
Conmemoración de santa Lidia de Tiatira, vendedora de púrpura, que fue la primera que creyó en el Evangelio en Filipos, en Macedonia, cuando lo predicó el apóstol san Pablo (s. I).
En Córdoba, en la provincia hispánica de Andalucía, santos mártires Jorge, diácono y monje originario de Siria, Aurelio y Sabigótona, esposos, y Félix y Liliosa, esposos también, que en la persecución desencadenada por los sarracenos, deseando dar testimonio de su fe cristiana, no cesaron de alabar a Cristo en la cárcel, donde fueron finalmente decapitados.
En el Montefiascone, en la Toscana, santa Lucía Filippini, fundadora del Instituto de Maestras Pías, para promover la enseñanza cristiana de jóvenes y mujeres, especialmente las carentes de recursos.
En la aldea de Kaiyang, cerca de Mianyang, en la provincia china de Sichuan, santa Lucía Yi Zhenmei, virgen y mártir, que fue condenada a ser degollada por confesar su fe católica.
Santa Lucina, Roma, s. I. discúpula de los Apóstoles, en Roma; la cual con su hacienda proveía a las necesidades de los Santos, visitaba a los Cristianos encarcelados, y se ocupaba en dar sepultura a los Mártires, junto a los cuales fue sepultada en una gruta que ella había hecho construir.
En Praga, en el territorio de Bohemia, santa Ludmila, mártir, duquesa de Bohemia, que como responsable de la educación de su nieto san Wenceslao, procuró infundir en su ánimo el amor de Cristo, hasta morir estrangulada por la conjuración de su nuera Drahomira y otros nobles paganos.
En París, en Francia, santa Luisa de Marillac, viuda, que con el ejemplo formó el Instituto de Hermanas de la Caridad para ayuda de los necesitados, completando así la obra delineada por san Vicente de Paúl.
En el monasterio de monjas cistercienses de Aywières, en Brabante, santa Lutgarda, virgen, insigne por su devoción al Sagrado Corazón del Señor.
En el monasterio de Annesis, cerca del río Iris, en el Ponto, santa Macrina, virgen, hermana de los santos Basilio Magno, Gregorio de Nisa y Pedro de Sebaste, gran conocedora de las Sagradas Escrituras, que abrazó la vida solitaria y fue ejemplo admirable de amor a Dios y de alejamiento de las vanidades del mundo.
En Verona, en el territorio de Venecia, santa Magdalena de Canossa, virgen, que espontáneamente renunció a todas las riquezas de su patrimonio para seguir a Cristo y fundó un instituto doble: el de las Hijas y el de los Hijos de la Caridad, para fomentar la instrucción cristiana de los niños.
En Nagasaki, de Japón, santa Magdalena, virgen y mártir, que, en tiempo del emperador Yemitsu, fue fuerte de ánimo tanto en mantener la fe como en soportar el suplicio de la horca durante trece días.
En París, en Francia, santa Magdalena Sofía Barat, virgen, que fundó la Sociedad del Sagrado Corazón y trabajó muy afanosamente por la formación cristiana de las jóvenes.
Conmemoración de santa Mamlaca, virgen y mártir, que, oriunda de la región de Beth Garmay, se trasladó a Persia, donde fue condenada a muerte por el rey Sapor II (c. 343).
En el territorio de Châlons, en la Champagne, de la Galia, santa Manequilde, virgen (s. V).
Conmemoración de las santas Marana y Cira, vírgenes, que en Berea, en Siria, vivieron en un lugar estrecho y cerrado sin techo, recibiendo el alimento necesario por una ventana y guardando silencio (s. V).
En Milán, ciudad de Liguria, santa Marcelina, virgen, hermana del obispo san Ambrosio, a la que el papa Liberio impuso el velo de consagrada en la basílica romana de San Pedro, en la fiesta de la Epifanía del Señor (s. IV ex.).
Santos Aristón, Crescenciano, Eutiquiano, Urbano, Vidal, Justo, Felicísimo, Félix, Marcia y Sinforosa, Campania (Italia), 285.
En Cesarea de Mauritania, santa Marciana, virgen, la cual, condenada a las fieras, alcanzó la palma del martirio (c. 303).
En Montreal, en la provincia de Quebec, en Canadá, santa Margarita Bourgeoys, virgen, que prestó gran ayuda a los colonos y a los soldados, y trabajó para asegurar la formación cristiana de las jóvenes, fundando para ello la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora.
En York, en Inglaterra, santa Margarita Clitherow (Daisy Clitherow), mártir, la cual, con la anuencia de su marido, abrazó la fe católica, en la que educó también a sus hijos, y se preocupó de ocultar en su casa a sacerdotes que eran perseguidos, por cuyo motivo fue detenida varias veces durante el reinado de Isabel I, y finalmente, rehusando que su causa fuese llevada ante el tribunal para que los ánimos de los consejeros del juez no cargasen con la responsabilidad de su sentencia a muerte, la condenaron, por su fe en Cristo, a ser asfixiada hasta la muerte bajo un gran peso.
En Cortona, de la Toscana, santa Margarita, que profundamente conmovida por la muerte de su amante, borró los pecados de su juventud con una penitencia saludable, pues recibida en la Tercera Orden de San Francisco, se entregó a la contemplación de Dios y fue favorecida por especiales carismas.
En Buda, ciudad de Hungría, santa Margarita, virgen, hija del rey Bela IV, a la cual sus padres dedicaron a Dios para obtener la liberación de los tártaros y, niña aún, entró en el monasterio de monjas de la Orden de Predicadores e hizo profesión a los doce años y se entregó totalmente a Dios, dedicándose a imitar generosamente a Cristo crucificado.
En San Severino Marche (Septémpeda), también en la región de Piceno, santa Margarita, viuda.
En Treviso, en Italia, santa María Bertila (Ana Francisca) Boscardin, virgen de la Congregación de las Hermanas de Santa Dorotea de los Sagrados Corazones, que en su trabajo en un hospital se mostró solicita de la salud corporal y espiritual de los enfermos.
En Brescia, de la Lombardía, santa María Crucificada de Rosa, virgen, que gastó sus riquezas y se entregó ella misma por la salud de las almas y de los cuerpos del prójimo, y fundó el Instituto de las Esclavas de la Caridad.
En Barcelona, en la región española de Cataluña, santa María de Cervelló, virgen de la Orden de Santa María de la Merced, llamada popularmente María del Socorro por la ayuda prestada a sus devotos.
En Jerusalén, conmemoración de las santas mujeres María de Cleofás y Santa Salomé, que, junto con María Magdalena, muy de mañana del día de Pascua se dirigieron al sepulcro del Señor para ungir su cuerpo y recibieron el primer anuncio de la Resurrección (s. I).
En Guadalajara, México, beata María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre, virgen, que pasó cincuenta y cuatro años curando enfermos pobres en una pequeña enfermería, en la que fundó la Congregación de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús.
En Lyon, en Francia, santa María de San Ignacio (Claudina) Thévenet, virgen, quien, movida por la caridad y con ánimo esforzado, fundó la Congregación de las Hermanas de Jesús y María, para la formación espiritual de las jóvenes, especialmente las de condición humilde.
En el lugar de Jieshuiwang, cerca de la ciudad de Shenxian, en la misma provincia de Hebei, santa María Du Zhaozhi, mártir, madre de un sacerdote, que tras haber huido, pero no queriendo traicionar su fe en Cristo, sometió voluntariamente su cerviz al hacha de sus perseguidores.
En Palestina, santa María Egipcíaca, célebre pecadora de Alejandría, que por la intercesión de la Bienaventurada Virgen se convirtió a Dios en la Ciudad Santa, y llevó una vida penitente y solitaria a la otra orilla del Jordán (s. V).
En Nápoles, de la Campania, santa María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo (Ana María) Gallo, virgen de la Tercera Orden Regular de San Francisco, que fue admirable por soportar muchas y continuas pruebas, mostrando una gran paciencia, penitencia y amor a Dios y a las almas.
En el lugar de Daliucun, en Wuyi, en la misma provincia china, santa María Fu Guilin, maestra, que durante la misma persecución fue entregada a los enemigos del Evangelio, siendo decapitada mientras invocaba a nuestro Salvador Jesucristo.
En Villefranche, en la región de Rodez, en Francia, santa María Guillerma Emilia de Rodat, virgen, fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia, dedicadas a la educación de niñas y a ayuda para los necesitados.
En el pueblo de Hujiacun, en Shenxian, también en la provincia china de Hebei, santa María Guo Lizhi, mártir, que durante la misma persecución, cual otra madre de los Macabeos, dio ánimos a los siete miembros de su familia que le acompañaban en el lugar del suplicio, pidiendo que fuese ella la última en ser ejecutada, y así, habiéndolos visto partir previamente a todos al cielo, les siguió finalmente.
En Bilbao, del País Vasco, en España, santa María Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra, virgen, que fundó la Congregación de las Hermanas Siervas de Jesús y las formó especialmente para el cuidado de los enfermos y de los pobres.
En Saint-Sauveur-le-Vicomte, pueblo de Normandía, en Francia, santa María Magdalena Postel, virgen, la cual, durante la misma revolución, al haber sido expulsados todos los sacerdotes, prestó toda clase de servicios a los enfermos y, en general, a todos los fieles. Vuelta la paz, fundó en la más completa pobreza la Congregación de las Hijas de la Misericordia, para la formación de las jóvenes pobres.
En Nizza Monferrato, del Piamonte, en Italia, santa María Dominica (o Dominga) Mazzarello, fundadora, junto con san Juan Bosco, del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, dedicadas a la instrucción de niñas pobres. Sobresalió por su humildad, prudencia y caridad.
En Madrid, España, santa María Soledad (Manuela) Torres Acosta, virgen, que desde su juventud demostró gran solicitud hacia los enfermos pobres, a los que atendió con total abnegación, especialmente al fundar la Congregación de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos.
En Antioquía de Pisidia (actualmente, Yalvaç), santa Marina o Margarita, que es tradición que consagró su cuerpo a Cristo con su virginidad y con su martirio.
En Nagasaki, del Japón, santa Marina de Omura, virgen y mártir, que encarcelada y llevada a la fuerza a una casa pública para escarnio de su castidad, fue finalmente quemada viva.
En el monte Admirable, en Siria, santa Marta, madre de san Simeón Estilita el Joven.
En Persia, santa Marta, virgen y mártir, que en tiempo del rey Sapor II, al siguiente día de la muerte de su padre, Pusicio, sufrió el martirio en la Solemnidad de la Resurrección del Señor.
En el monasterio de Helfta, en Sajonia, santa Matilde, virgen, que fue mujer de exquisita doctrina y humildad, ilustrada con el don celeste de la contemplación mística.
En Tesalónica, de Macedonia, santa Matrona, mártir, que, siendo esclava de una hebrea, a escondidas daba culto a Cristo, y descubierta por su señora, sufrió muchas penalidades, fue azotada con varas y en la confesión de Cristo entregó a Dios su espíritu incorrupto (s. inc.).
En Antinoe, de Tebaida, en Egipto, santos Timoteo y Maura, mártires.
En Troyes, a orillas del Sena, en la Galia Lugdunense (hoy Francia), santa Maura, virgen, dedicada a obras de piedad y caridad (c. 850).
En la región de Cambrai, en la Galia, santa Maxelendis, virgen y mártir, que, según la tradición, al elegir a Cristo como su esposo y rechazar al individuo a quien sus padres la habían prometido, éste la mató con su espada.
En Sirmio, en la actual Hungría (antigua Panonia), santa Máxima, y san Montano su esposo, presbítero, que habiendo confesado a Cristo Señor, fueron arrojados a las aguas por los infieles (c. 304).
En Wenlock, en Inglaterra, santa Milburga o Milburgues, virgen, de la familia real de Mercia, que fue abadesa de ese monasterio (c. 722).
En la isla de Chíos, santa Miropa, mártir (s. III/IV).
En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del cenobio «ad Horreum» (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios.
En Tours, de Neustria, santa Monegunda, consagrada a Dios, que, dejando patria y parientes, se entregó únicamente a la oración (p. 557).
En la región de Armagh, en Irlanda, santa Monena, abadesa del monasterio de Killeevy, que ella misma había fundado.
Santos Ireneo y Mustiola, mártires en Chiusi (Italia).
Santa Natalia, mujer del Mártir san Adrián; la cual, en la persecución de Diocleciano, sirvió mucho tiempo a los santos Mártires encarcelados en Nicomedia, y, cuando éstos terminaron el combate, se fue a Constantinopla, y allí descansó en paz.
En la región de los iberos, al otro lado del Ponto Euxinio (actual Georgia, junto al mar Negro), santa Nino, que siendo cristiana fue llevada a aquel país, donde, por su vida santa, suscitó la reverencia y admiración de todos, hasta el punto de que la misma reina, a quien curó uno de sus hijos con sus oraciones, el rey y todo el pueblo abrazaron la fe cristiana (s. IV).
En Nacianzo, de Capadocia, santa Nona, esposa de san Gregorio el Viejo y madre de los santos Gregorio el Teólogo, Cesáreo y Gorgona.
En la localidad de Eben, en el Tirol, santa Notburga, virgen, cuya dedicación a las labores domésticas y al servicio de Cristo en los pobres fue ejemplo de santidad para sus compatriotas.
En Huesca, ciudad de Aragón, en Hispania, santas Nunilo (o Nunilona) y Alodia, vírgenes y mártires, que hijas de padre no cristiano, pero educadas en la fe cristiana por su madre, al no querer abjurar de Cristo, después un largo encarcelamiento fueron degolladas por disposición del rey de Córdoba, Abd ar-Rahman II.
En Alem, de Flandes, conmemoración de santa Odrada, virgen (c. s. XI).
En Kiev, ciudad de Rusia (ahora en Ucrania), santa Olga, abuela de san Vladimiro, la primera de la dinastía de los Ruriks que recibió el bautismo, en el que se le impuso el nombre de Helena, dejando su conversión abierto el camino para que el pueblo ruso abrazase el cristianismo.
En Nicomedia, de Bitinia, tránsito de santa Olimpíada, que, habiendo enviudado siendo aún joven, pasó el resto de su vida piísimamente en Constantinopla entre las mujeres consagradas a Dios, sirviendo a los pobres, y permaneció siempre fiel a san Juan Crisóstomo, a quien acompañó cuando el santo fue desterrado.
En Anagni, de la Campania, santa Oliva, virgen (s. VI/VII).
Santa Olivia u Olivaria, virgen y mártir
En la región de Séez, en Neustria, santa Oportuna, abadesa, célebre por su abstinencia y austeridad (c. 770).
En Coventry, en Inglaterra, santa Osburga, primera abadesa del monasterio de este lugar (c. 1018).
En Estrasburgo, de Burgundia (hoy Alsacia), santa Otilia, virgen y primera abadesa del monasterio de Hohenburg, fundado por el duque Aldarico, su padre (s. VII).
En Roma, santa Paula Frassinetti, virgen, quien, en medio de grandes dificultades, fundó la Congregación de Hermanas de Santa Dorotea, para la formación cristiana de las jóvenes, distinguiéndose por su fortaleza de ánimo, una gran suavidad en el obrar y la energía para dirigir su Instituto.
En África, santos Ciríaco y Paula, mártires (c. s. IV).
En la región de Fulda, en Alemania, santa Paulina, religiosa.
En Córdoba, en la región hispánica de Andalucía, santa Pomposa, virgen y mártir, la cual, durante la persecución por los sarracenos, sabedora del martirio de santa Columba, salió a escondidas del monasterio cordobés de Peñamelera y confesó intrépida a Cristo ante el juez, siendo inmediatamente degollada ante las puertas del palacio y consiguiendo así la palma del martirio.
En la ciudad llamada Villanueva de la Reina, en la región hispánica de Andalucía, santa Potenciana, virgen.
En Roma, conmemoración de santa Práxedes, con cuyo nombre se dedicó a Dios una iglesia en el Esquilino (antes de 491).
Conmemoración de los santos esposos Áquila y Prisca o Priscila, colaboradores del apóstol San Pablo, a quien acogían en su casa y por el que expusieron sus cabezas (s. I).
En Antioquía, de Siria, conmemoración de santa Publia, que, al morir su marido, entró en un monasterio, y mientras cantaba con sus compañeras vírgenes las palabras del salmo «los ídolos de los gentiles son oro y plata» y «sean semejantes los que los hacen», al pasar allí el emperador Juliano el Apóstata ordenó que la abofeteasen y reprendiesen con aspereza.
En Constantinopla, santa Pulqueria, defensora y promotora de la fe ortodoxa.
En Tesalónica, de Macedonia, santa Quionia y santa Agape, vírgenes y mártires, que en la persecución bajo el emperador Diocleciano, por no querer comer carne sacrificada a los ídolos fueron entregadas al prefecto Dulcecio, que las condenó a ser quemadas vivas.
En la región de Aire, en Aquitania, santa Quiteria, virgen (s. in.).
En Poitiers, de Aquitania, santa Radegunda, reina de los francos. Cuando todavía vivía su esposo, el rey Clotario, recibió el velo sagrado de religiosa, y en el monasterio de la Santa Cruz de Poitiers, que ella había mandado construir, sirvió a Cristo bajo la Regla de san Cesáreo de Arlés.
En Roma, santa Rafaela María del Sagrado Corazón Porras Ayllón, virgen, fundadora de la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón, que estando considerada como enferma mental, pasó santamente los últimos años de su vida entre tribulaciones y penitencia.
En el monasterio de Denain, en el Hainaut, santa Ragenfreda, abadesa, que con sus bienes fundó ese cenobio y lo presidió dignamente (s. VIII).
En el lugar de ad-Dahr, en el Líbano, santa Rebeca (Rakqa) de Himlaya ar-Rayy_s, virgen de la Orden Libanense de San Antonio de los Maronitas, que ciega a los treinta años, y paralizada después en todos los miembros, permaneció en oración, fija sólo en Dios.
En Tongres, de Brabante, en Austrasia, santa Renula o Reinildis, abadesa del monasterio de Eiken (s. VIII).
Conmemoración de santa Reparada, que es venerada en muchos lugares como virgen y mártir (c. s. IV).
En África Proconsular, conmemoración de santa Restituta, virgen y mártir durante las persecuciones de Diocleciano (c. 304).
En Andlau, de la Baja Lotaringia (Alsacia), santa Ricarda, quien, siendo reina, despreció el poder terreno por servir a Dios en el monasterio fundado por ella misma (c. 895).
En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, de origen basco, quien, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el santo velo religioso por consejo de san Amando, gobernando con gran acierto a sus monjas en ese monasterio (c. 688).
En la aldea Fanjiazhuang, cerca de Wujiao, en la provincia china de Hebei, santa Rosa Fan Hui, virgen y mártir, que, durante la persecución desencadenada por los seguidores de la secta «Yihetuan», fue arrojada a un río recubierta de heridas, todavía con vida.
En Tortosa, en España, santa Rosa Francisca María de los Dolores (María Rosa) Molas Vallvé, virgen, que convirtió un grupo de piadosas mujeres en la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, para asistir a las personas afligidas.
En Palermo, de Sicilia, santa Rosalía, virgen, de quien se dice que practicó la vida solitaria en el monte Pellegrino (s. XII).
En Fréjus, ciudad de la Provenza, en Francia, santa Roselina, priora de Celle-Roubaud, de la Orden de la Cartuja, que se distinguió por su abnegación y por su austeridad en la comida, el sueño y el ayuno.
En Arlés, de la Provenza, en la Galia, santa Rustícola, abadesa, que gobernó santamente a sus monjas durante casi sesenta años.
En Roma, conmemoración de santa Sabina, cuya iglesia titular construida en el monte Aventino lleva su nombre, digno de veneración (422-432).
Santos Vicente, Sabina y Cristeta (hermanos mártires del siglo IV)
En Laon, de Neustria (hoy Francia), santa Salaberga, abadesa, de quien se dice que san Columbano le curó su ceguera y la encauzó al servicio de Dios (c. 664).
En Jerusalén, conmemoración de las santas mujeres María de Cleofás y Salomé, que, junto con María Magdalena, muy de mañana del día de Pascua se dirigieron al sepulcro del Señor para ungir su cuerpo y recibieron el primer anuncio de la Resurrección (s. I).
Casada con San Cereal, se convirtió al cristianismo, instruída en la fe por San Cornelio papa. Mártir en las persecuciones de Decio, murió en Roma el año 251
En la ciudad de Anagni, en el Lacio (hoy Italia), santa Secundina, virgen y mártir (s. inc.).
En Iluro (hoy Mataró), cerca de Barcelona, en la Hispania Tarraconense, memoria de las santas Juliana y Semproniana, mártires (s. inc.).
En Basto, en Portugal, santa Senorina, abadesa, de la que se narra que, por su intercesión, Dios proveyó de pan a las monjas que pasaban necesidad (c. 980).
Santa Serafina, convertida a la fe por el apóstol Santiago, Galicia, s. I
Santa Serena de Roma, emperatriz, mujer del emperador Diocleciano. Convertida y bautizada por San Ciriaco, practicó la religión católica en el palacio del emperador y salvó las vidas de muchos cristianos, interponiendo su valimiento ante aquel monstruo de crueldad.
En la región de Albi, de Aquitania, santa Sigolena, religiosa (c. s. VI).
En Roma, conmemoración de santa Silvia, madre del papa san Gregorio I Magno, de la que el mismo Pontífice dejó escrito que había alcanzado la cima de la oración y de la penitencia, siendo óptimo ejemplo para los demás (s. VII).
En Alejandría de Egipto, santa Sinclética, virgen, de quien se cuenta que llevó vida eremítica (s. IV).
Santos Aristón, Crescenciano, Eutiquiano, Urbano, Vidal, Justo, Felicísimo, Félix, Marcia y Sinforosa, Campania (Italia), 285.
Santa Síntiques; fue discípula de San Pablo y su cooperadora en la propagación del Evangelio, como lo dice él escribiendo a los filipenses: "Ruego a Evodia y a Síntiques que sientan lo mismo en el Señor. También te ruego a ti, fiel compañero, que asistas a aquellas que trabajaron conmigo en el Evangelio..." Y, como dice San Crisóstomo, parece que estas mujeres fueron las primicias de la Iglesia de Filipos, 78.
Sofía o Sonia (variante ruso del nombre), mártir que vió cómo martirizaban a sus propias hijas.
En Fermo, del Piceno, en Italia, santas Visia y Sofía, vírgenes y mártires (s. inc.).
En Bourges, en Aquitania, santa Solangia, virgen, de la cual la tradición ha transmitido que sufrió el martirio en defensa de su virginidad (c. s. IX).
En Constantinopla, santas Eustolia y Sopatra, vírgenes y monjas (s. VII).
En Roma, en la vía Apia, en el cementerio que lleva su nombre, santa Soteris, virgen y mártir, que, como relata san Ambrosio, renunciando por causa de la fe a la nobleza y a los honores de su familia, no se prestó a inmolar a los ídolos, ni se dejó vencer por las injurias humillantes, ni temió morir herida por una espada (c. 304).
En Roma, conmemoración de santa Susana, bajo cuyo nombre, celebrado entre los mártires en los anales antiguos, en el siglo VI fue dedicada a Dios la basílica del Título de Gaio, junto a las termas de Diocleciano (s. inc.).
Cerca de Ramerude (hoy Arcis-sur-Aube), en la región de Troyes, en Neustria, santa Tanca, virgen y mártir, que, como narra la tradición, por defender su virginidad no dudó en aceptar la muerte (s. VI/VII).
En la región de Rodez, en la Galia (hoy Francia), santa Tarsicia, virgen y mártir (s. VI/VII).
En Roma, conmemoración de santa Tarsila, virgen, cuya continua oración, gravedad de vida y singular abstinencia alaba san Gregorio I Magno, su sobrino (c. 593).
En Kitzingen, de Germania, santa Tecla, abadesa, que, enviada desde Inglaterra para ayudar a san Bonifacio, presidió primero el monasterio de Ochsenfurt y después el de Kitzingen (c. 790).
En el monasterio de Jouarre, en el territorio de Meaux, en Neustria, santa Telquilde, abadesa, la cual, de familia noble y notable por sus méritos y austera en sus costumbres, enseñó a las vírgenes sagradas a salir al encuentro de Cristo con las lámparas encendidas (c. 670).
Cerca de Rossano, en Calabria, santa Teodora, abadesa, discípula de san Nilo el Joven, maestra en la vida monástica.
Santa Teodora, virgen, natural de Tiro, que,por haber saludado a los confesores de la fe que estaban de pie ante el tribunal, rogándoles que al llegar ante el Señor se acordasen de ella, fue detenida por los soldados y llevada al mismo prefecto, y por mandato de éste fue torturada con acerbos tormentos y arrojada finalmente al mar.
En Constantinopla, santa Teodosia, monja, que sufrió el martirio por oponerse a que se tirase, como había ordenado el emperador León Isáurico, una imagen de Cristo desde lo alto de la llamada Puerta de Bronce (s. VIII).
En la aldea de Santa Giulia, en el Piamonte, de Italia, beata Teresa Bracco, virgen y mártir, que en tiempo de guerra, estando trabajando en el campo, murió a causa de las heridas que le causaron los golpes de unos soldados, al defender valientemente su castidad.
En Lyon, en Francia, santa Teresa (María Victoria) Couderc, virgen, fundadora, no sin grandes tribulaciones, pero con ánimo sereno, de la Compañía de Nuestra Señora del Retiro del Cenáculo en la localidad de La Louvesc, junto al sepulcro de san Juan Francisco de Regis.
En Brescia, en Lombardía, santa Teresa Eustoquio (Ignacia) Verzeri, virgen, fundadora del Instituto de las Hijas del Sacratísimo Corazón de Jesús.
En Seúl, ciudad de Corea, santas mártires Santa Agueda Yi, virgen, cuyos padres murieron también mártires, y Teresa Kim, viuda, que, estando en la cárcel, primero fueron azotadas y después degolladas.
En Florencia, en la Toscana, santa Teresa Margarita Redi, virgen, que habiendo entrado en la Orden de Carmelitas Descalzas, avanzó por el arduo camino de la perfección y murió siendo aún joven.
En Zhangjiaji, pueblo de Ningjin, también en la provincia china de Hebei, santa Teresa Zhang Hezhi, mártir, que durante la misma persecución, habiendo sido llevada a una pagoda pagana, se negó a adorar a los ídolos, por lo que ella y sus dos hijos fueron alanceados.
Santa Tertulia o Tértula virgen y mártir
Santa Thais penitente.
En Maurienne, en Saboya, santa Tigris, virgen, que se dedicó a propagar allí el culto a san Juan, el Precursor (s. VI).
En Alejandría, en Egipto, santa Tomáide o Tomaides, mártir.
Santos Agatón y Trifina, mártires, Sicilia.
En Verona, en los confines de la región de Venecia, santa Tuscana, la cual, muerto su esposo, distribuyó todos sus bienes entre los pobres, y como miembro de la Orden de San Juan de Jerusalén dedicó su vida al cuidado de los enfermos (1343/1344).
En Pisa, de la Toscana, santa Ubaldesca, virgen, quien durante cincuenta años, desde los dieciséis de edad hasta su muerte, realizó de forma constante y perfecta obras de misericordia en el hospital de su ciudad.
En Roma, beata Úrsula (Julia) Ledóchowska, virgen, que fundó el Instituto de Hermanas Ursulinas del Corazón de Jesús Agonizante, emprendió fatigosos viajes por Polonia, Escandinavia, Finlandia y Rusia, y murió finalmente en Roma
En Castroloco (hoy Mons), de Henao, en Neustria, santa Valdetrudis (Valtruda o Waldetrudis), hermana de santa Aldegundis, que, siendo esposa de san Vicente Madelgario y madre de cuatro santos, a semejanza de su marido se ofreció a Dios y recibió el hábito monástico en el cenobio fundado por ella misma.
En Zurzach (hoy Zurich), junto al Rin, en la región de los tigurinos de Germania, santa Verena (s. IV).
En el lugar de Sankt Gallen, en la región de los helvecios, santa Viborada o Wiborada, virgen y mártir, que vivió encerrada en una celda junto a la iglesia de San Magno, desde la cual atendía al pueblo. A causa de su fe y de sus votos religiosos, arrostró la muerte a manos de invasores húngaros.
En la ciudad de Coria, en la provincia hispánica de Lusitania, santa Vicenta, virgen y mártir.
En Lovere, en Lombardía, santa Vicenta Gerosa, virgen, que fundó, junto con santa Bartolomea Captanio, el Instituto de las Hermanas de la Caridad.
En Castro Fiorentino, en la Toscana, santa Viridiana o Veridiana, virgen, que vivió como reclusa desde la juventud hasta la ancianidad (1236/1242).
Cerca de Bruselas, en Brabante, de la Lotaringia, santa Vivina, primera abadesa del monasterio de la Beata María de Grand-Bigard.
En Chester, en la región de Mercia, en Inglaterra, santa Wereburga, abadesa de Ely, que fundó varios monasterios.
Junto a la fuente de Holywell, en Cambria, santa Winefrida, virgen, a la que se venera como monja eximia (c. s. VII).
Hija de un senador Romano, huyó de su casa para entregar su vida a Dios y a los demás y acabó sus días sirviendo a los pobres en la ciudad de Milass, siendo un ejemplo de humildad y espíritu de sevicio.
En Gablonné, en Bohemia (hoy Chequia), santa Zdislava, madre de familia, que prestó consuelo a los afligidos.
En Atalia, de Panfilia (hoy Antalya, en Turquía), santos Hespero y su esposa Zoe, junto con sus hijos Ciriaco y Teódulo, mártires, los cuales, según la tradición, en tiempo del emperador Adriano eran esclavos al servicio de un pagano, y por orden de su mismo amo fueron primero azotados, luego brutalmente atormentados a causa de su libre confesión de fe cristiana y finalmente arrojados a un horno encendido, en donde entregaron sus almas a Dios (s. II).
En el lugar llamado Goriano Sicoli, en los Abruzos, beata Gemma, virgen, que vivió recluida en una pequeñísima celda adosada a la iglesia, desde la que podía ver solamente el altar.
Fiesta mariana de la compañía de Jesús